Otra vez monsanto

El primero te lo regalan, el segundo te lo venden. Ese slogan, asociado en la cultura popular con la estrategia de marketing de los vendedores de drogas, parece ser el lema de la multinacional Monsanto. Leemos en agroinformación que los campesinos haitianos rechazaron una donación de 475 toneladas de semillas transgénicas. En una operación (denominada WINNER) triangulada entre el gobierno de los EEUU y el gobierno de Haiti, la multinacional del hambre, Monsanto, pretendía donar toneladas de semillas transgénicas "para paliar el hambre" que se vive en el país caribeño. La estrategia de la empresa que le vendía el agente naranja al ejército norteamericano, era la de donar las semillas e introducir a los campesinos en su sistema de paquete tecnológico, donde además de las semillas transgéncias es necesario comprar todo el aparato de agroquímicos indispensable para su cultivo.
Los campesinos, alertados del impacto que esas semillas podían tener sobre las semillas nativas y de la dependencia que genera entre el trabajador pobre y la empresa multimillonaria, rechazaron la donación, participando de una multitudinaria marcha, encabezada por el proyecto via campesina.
Claramente la estrategia del dealer no funcionó, cuando los campesinos se percataron que el único WINNER iba a ser Monsanto. La defensa de la biodiversidad, del patrimonio genético de la humanidad y de la soberanía alimentaria son los pilares de la organización y cada vez más de los campesinos del mundo