Desde hace un tiempo, las empresas de comidas rápidas vienen sufriendo una serie de golpes, que podríamos considerar, vindicatorios, frente al daño que han causado.
Por un lado el chef británico Jamie Oliver le ganó un juicio a la empresa McDonalds al demostrar que las hamburguesas de la cadena se lavan con hidróxido de amoníaco. Este compuesto, que si bien permite eliminar microorganismos, no es apto para el consumo humano, al menos así lo consideró la justicia británica. Aunque la empresa negó el vínculo, lo cierto es que luego de conocerse el fallo, cambió su receta de frabricación de hamburguesas.
Por el otro lado, en los Estados Unidos, los empleados de diferentes cadenas de comidas rápidas, entre las que se encuentran las más importantes del mundo, comenzaron una huelga por mejoras salariales y laborales. El reclamo que más se escucha tiene que ver con el pedido de aumento de lo que se paga allí por cada hora. De 7 dólares que hoy se pagam y que es el sueldo mínimo en EEUU, se piden al menos 15 dólares la hora. Las empresas dicen que ese aumento implicaría la quiebra de las mismas, sin embargo, por poner un ejemplo, la empresa Domino's Pizza declaró el año pasado una ganancia de más de 1000 millones de dólares.
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2 comentarios:
This is cool!
Un buen apunte sobre estas cadenas de alimentos, creo que los restaurantes deben no solo se excelentes en cuanto a la calidad de la comida que ofrecen, sino que además mejoren las condiciones para sus empleados que es notable desde hace muchos años no tienen reconocimiento a sus labores.
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