martes, 18 de agosto de 2015

Otra refutación de la paleodieta

La paleodieta está de moda, pero sus fundamentos distan mucho de tener alguna consideración científica, ya sea nutricional o antropológica. En otros posts, en este blog, hemos refutado sus fundamentos por carecer de sentido en términos del proceso de hominización. Un nuevo estudio sugiere que durante el pleistoceno el consumo de carbohidratos provenientes de tubérculos tuvo una importancia mucho mayor a la que se presuponía en el mantenimiento del órgano más caro, el cerebro. La cantidad de enzimas necesarias para convertir el almidón en glucosa y por lo tanto en energía, es mucho mayor en los Homo sapiens que en nuestros primos más próximos, el Pan troglodytes (chimpancés). Más allá de los debates, lo cierto es que en hominización y en la evolución de la propia comida humana, las incertidumbres superan a la certeza y por lo tanto le dan un carácter enigmático y atractivo a la investigación.

No hay comentarios: