Otra vez Monsanto

Otra vez Monsanto y las multinacionales de los alimentos lograron torcer el brazo de la soberanía alimentaria al convencer al senado chileno que apruebe el tratado UPOV 91. Este acuerdo impide a los campesinos guardar las semillas y los obliga a comprarlas en el mercado, bajo la pena de confiscarles la cosecha si usan semillas propias. Esta paradoja se da debido a que la propiedad de las semillas ya no pertenece a los productores agrícolas, sino a las multinacionales que las patentan. El convenio forma parte del tratado de libre comercio que el gobierno chileno firmó con los Estados Unidos y que es un duro golpe, no sólo para las economías campesinas, sino también para los esfuerzos que están realizando los países de América Latina para imponer sus propias condiciones, sin presiones del imperio. El gobierno de Piñera, fuertemente identificado con la derecha, da la espalda a sus campesinos, como lo viene haciendo con la lucha del pueblo Mapuche y se brinda por entero a las presiones del capital y del imperio. Desde esta comisión manifestamos nuestro más enfático repudio por el ataque a la soberanía alimentaria, no sólo de Chile sino también de toda la región.