sábado, 10 de enero de 2015

La mentira de la paleo dieta

Leemos aquí que la paleo dieta vuelve a ponerse de moda. Para algunos es una novedad, para otros es ya una costumbre, lo cierto es que aparecen nuevos libros y hasta se abren restoranes con esa temática. Yo no voy a discutir las ventajas nutricionales de la dieta que se plantea, ni los efectos beneficiosos para quien quiere adelgazar o mantener una alimentación saludable. Lo que es intolerable es que le mientan a la gente, planteando que lo que comen en esos restoranes (o las recetas de esos libros) tengan algo que ver con lo que se comía hace 10.000 años. Los alimentos que ofrecen, tanto las carnes como las verduras o las frutas son todas domesticadas, es decir que comenzaron a usarse en el neolítico, hace menos de 10.000 años (si es que se quiere seguir usando esa categorización que no es la más apropiada en términos antropológicos). En el sitio del restorán Como sapiens, publican una justificación teórica de lo presentado, a cargo de Lucas Llach. Si bien el texto abreva en algunas fuentes antropológicas, omite que los alimentos que se sirven son todos domesticados. Si se quisiera tener una dieta similar a la "paleolítica" se deberían comer animales salvajes. No creo que esa práctica goce de la aprobación de los ecologistas, ya que en general esos animales se encuentran en peligro de extinción. Por otro lado, los vegetales que se comían en aquellos tiempos, nada tienen que ver con los que comemos hoy día. Dudo mucho que el paladar nuestro pudiera soportar esas raíces duras o esas frutas prácticamente sin azúcar. Para colmo de males, una de las ventajas en términos de salud de aquella dieta, es que venía acompañada de una cantidad de ejercicio físico que se calcula entre 20 y 30 km. diarios de caminata. Algo que en las actuales ciudades parece imposible de practicar. La clave es no engañar a la gente, prometiéndole algo que dista de lo que realmente fue. En todo caso se pueden aplicar otras medidas marketineras que, teniendo el mismo efecto, no engañe a la población consumidora.

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